¿Qué haríamos sin mujeres ingenieras? Sin ellas no tendríamos bluetooth o wifi, no habríamos llegado al espacio, no existiría el puente de Brooklyn, los sistemas CCTV (Closed-circuit television security), las salidas de incendios, y muchas otras cosas más. Pero, no hay que ir al pasado ni salir de la región para conocer a mujeres profesionales de la Ingeniería que están resolviendo y construyendo el mundo en el que vivimos.

Este 23 de junio del 2022 la Women’s Engineering Society (WES) celebra la 9ª edición del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería. Alineadas con esta celebración, desde epiSTEMas te queremos contar por qué creemos que es importante, cómo motivar a más niñas y jóvenes a interesarse por estas carreras “del futuro”, e invitarte a escuchar sobre las ingenieras latinoamericanas que nos han compartido sus historias.

¿Por qué “del futuro”?

La ingeniera y cosmonauta Valentina Tereshkova – la primera mujer en ir al espacio – decía “un pájaro no vuela con una sola ala. Los vuelos espaciales humanos no pueden desarrollarse muy lejos sin la participación activa de las mujeres”, y creemos que esto aplica no solamente a la investigación espacial, sino a todo el desarrollo del ser humano. La ingeniería, una profesión transformadora en la sociedad, necesita de la visión de las mujeres para avanzar.

Actualmente (y en el futuro) el mercado laboral demanda más profesionales de la ingeniería y la tecnología. Sin embargo, la mayoría de estos puestos están siendo ocupados por hombres. Pero, ¿por qué? En nuestra cultura aún permean muchos estereotipos que desalientan a niñas y adolescentes a escoger una carrera en ingeniería, por lo que son relativamente pocas las mujeres que optan por estudiar una de estas carreras. Además, por el ambiente y actitudes negativas que aún se dan en contra de colegas que no sean hombres-cis-hetero, quienes terminan una Ingeniería no siempre permanecen en el mercado laboral de las STEM.

La Ingeniera Electrónica Wendy Miranda nos cuenta que aunque ella nunca se sintió diferente ni con dificultades por ser mujer en la facultad de ingeniería, sí nota que siguen siendo muy pocas mujeres en la facultad: “ahora en mi experiencia como catedrática siguen habiendo muy pocas mujeres en ingeniería. Pero eso no ha sido obstáculo para ellas. Me siento particularmente como mujer muy orgullosa de las estudiantes, porque sí yo noto que tienen buen nivel y no tienen ninguna desventaja; somos parte de la academia, somos parte de ese lugar porque nos gusta.”

Como cualquier otra persona, ¡deberíamos poder hacer aquello que nos gusta! Porque además de hacer lo que nos apasiona, traemos perspectivas diferentes a ambientes en donde por mucho tiempo no se han considerado. Como nos comparte la Ingeniera de Software Ivonne Aldana: “el mundo está diseñado para hombres. (…) Por eso es bien importante que nosotras nos involucremos en las carreras STEM para crear un mundo en donde se tome en cuenta nuestra perspectiva.”

Y hay mucho que todos y todas – seamos o no ingenieras – podemos hacer al respecto.

¿Cómo motivar a más niñas y adolescentes a interesarse por las ingenierías?

*“Siempre me ha gustado hacer muchas cosas. (…) Si quiero bailar, voy y bailo. Si quiero tocar un instrumento, voy y lo toco. **Y si me gusta el espacio, me gusta el espacio**.”* Para la Ingeniera Electromecánica Valeria Dittel, el sueño de llegar al espacio se quedó con ella y la ha llevado a realizarse en diversos proyectos en el campo espacial. Pero, a veces creemos que no podemos soñar tan “en grande”.

Algunos estudios han mostrado que las niñas a partir de los 5 años de edad empiezan a tener ideas limitantes sobre lo que son capaces de hacer y alcanzar comparado con los niños. A esto se le ha denominado “Dream Gap” —la brecha de los sueños— y surge a partir de los estereotipos que les seguimos repitiendo a las niñas sobre qué cosas son o no “cosas de niñas”.

Como nos dijo la Ingeniera Mecatrónica Cecilia Marsicovétere: “cuando una es niña te dicen que soñés todo, y cuando llegás a la secundaria te empiezan a decir que seas realista. Creo que eso nos afecta a muchas. (…) La misma actitud que nos lleva a “ser realistas” y no optar por estas carreras es la misma actitud que luego lleva a alguien en una empresa a no querer innovar por creer que “no se pude”. (…) Ese era un mensaje que también intentamos dar con el Quetzal-1, que a pesar de que nadie había hecho un satélite antes [en el país] y no teníamos el dinero para hacer un satélite, ¡lo hicimos!” Entonces, sigamos diciéndole a las niñas que sueñen con todo, porque, siendo realistas, ¡sí que pueden!

Cuando era niña, la televisión en la casa de la Ingeniera en Sistemas Cristina Roncal se arruinó y su curiosidad la llevó a desarmarla para ver qué había sucedido. Claro, no la pudo volver a armar y quizá no es la anécdota favorita de su mamá, pero ese interés por entender cómo funcionaba esa televisión y sus ganas por encontrar soluciones la hicieron eventualmente seguir una carrera en Ingeniería. “Me encantaba tratar de entender cómo funcionaban los aparatos electrónicos. (…) Fue muy emocionante para mí abrirla [la televisión] y ver todos los circuitos y las cositas que tenía y tratar de imaginarme cómo funcionaba.” Así que algo más que podemos hacer es permitirle también a las niñas y jóvenes experimentar y jugar con herramientas, con carritos, que armen y desarmen (sus juguetes), y se empapen con todo lo que les llame la atención.

Pero cultivar su curiosidad y sueños no son las únicas soluciones y, lamentablemente, hay algunas otras barreras por derribar. A nivel mundial hay un patrón común en las STEM que a veces puede ser una limitante para las nuevas generaciones: la mayoría de personas que entran a las STEM tienen algún familiar en STEM. Esto limita la diversidad de personas que llegan a formar parte de estas profesiones. ¡Pero esto no debe ser así! Tanto familiares – que no sean ingenieros/as – como profesores desde la primaria pueden ejercer una influencia positiva en la creatividad e ingenio de las niñas y jóvenes para que no se apague esa curiosidad con la que todas las personas nacemos y que es tan importante en la ciencia e ingeniería.

La Ingeniera Ivonne Aldana optó por la Ingeniería en Sistemas gracias al consejo de un profesor de secundaria que le dijo: “Ivonne, usted es buena para programar, debería considerar una Ingeniería en Sistemas”. La Ingeniera Ambiental Tania Sosa se inspiró gracias a las actividades y la pasión de algunos de sus maestros y maestras de ciencias naturales desde la primaria hasta la universidad: “Yo siempre digo que subestimamos a los profes de secundaria. Una persona puede realmente casi que definir el resto de tu vida, y a veces los profesores subestiman la influencia que tienen en los niños y adolescentes.”

Entonces, para motivar y apoyar esa curiosidad y pasión que las niñas y jóvenes pueden tener por la Ingeniería: déjalas que sueñen y busquen sus formas de acercarse a esos sueños; apoya sus locuras; déjalas que juegen con herramientas, con carritos, que se ensucien; que nunca dejen de hacerse preguntas ¡y ayudémosles a acercarse a las respuestas!

Y por si aún dudas…

Elegir una carrera no es cosa sencilla y la desconfianza en estas decisiones es más común de lo que a veces imaginamos. Como nos comparte la Ingeniera electrónica y Dra. en robótica Marie André Destarac: “En tercer año estaba muy desesperada, sentía que eso no era para mí, pero también soy muy necia y dije: “bueno, ya empecé, mejor termino”. Y creo que eso fue muy bueno, porque lo mejor estaba por venir. Cuando estaba buscando tema de tesis de licenciatura fue cuando descubrí todo lo que la ingeniería podía resolverle a la medicina”.

Como muchos de los invitados e invitadas de epiSTEMas ya han mencionado: es absurdo pedirle a alguien de 16, 17 o 18 años que decida qué quiere hacer por el resto de su vida. Dudar y temer si estamos eligiendo lo correcto es comprensible y muy normal. Pero quizá te podemos dar un poco de paz mental recordándote que ¡no es una obligación de por vida! Decidas lo que decidas, te hará una persona más integral, interesante, y siempre puedes utilizar esos conocimientos en cualquier otra cosa que en un futuro decidas hacer, como la [Ingeniera en Computación Isabel Meléndez: “[lo que hizo] que yo pensara que me había equivocado fue el hecho de que me gustó la clase de economía, porque no era específicamente de mi carrera y me estaba gustando más que todas las demás. Eso me hizo dudar (…). Pero la verdad estoy contenta de no haberme cambiado. [Ahora] comencé a estudiar una maestría en Business Intelligence y Big Data (…), esta mezcla de ambos mundos que me apasiona”.

La Ingeniera en Sistemas y desarrolladora de videojuegos Alhvi Balcárcel también nos comparte de las dudas por las que ella pasó: “Yo cuando entré a la U dije “voy a ser hacker o a hacer juegos”, pero durante la carrera perdí un poco los ánimos porque pensé que no iba a ser posible en Guatemala y que tenía que buscar alguna otra cosa “más real”. Tuve mi crisis a media carrera que me quería cambiar a biología, pero al final decidí terminar mi carrera. Tuve varios conflictos porque pensaba que no iba a poder ayudar a la gente con una carrera tan técnica y consideré también cambiarme a algo de ciencias sociales. Pero al final vi que con la tecnología también se pueden ayudar a las personas, crear herramientas que ayuden a los demás. (…) Luego vi que sí podemos crear videojuegos (educativos o no) desde Guatemala.”

Visibilicemos LAS

Por mucho tiempo, los medios de comunicación han visibilizado las historias de hombres exitosos en distintas áreas. No hay nada de malo en eso. Estas historias han inspirado a muchas personas a las decisiones personales y profesionales que han tomado. Pero, ¿y las mujeres? La influencia de los medios de comunicación es innegable y hoy día podemos aprovechar también las redes sociales para visibilizar a las exitosas mujeres en ingeniería y tecnología. De esta forma niñas y jóvenes podrán ver que podemos ocupar los espacios que queramos, que somos igual de capaces, y que otras mujeres ya lo han logrado y nos siguen abriendo caminos.

Katherine Johnson dijo una vez: “Las mujeres son capaces de hacer todo lo que hacen los hombres. A veces, tenemos más imaginación que los hombres”. La falta de perfiles femeninos que podamos tener como modelos a seguir – personas con quienes nos podamos sentir identificadas e inspiradas – es una barrera que tiene una sencilla solución que todas las personas, sin importar nuestro género o profesión, podemos hacer desde hoy: ¡escuchemos y compartamos las historias y recomendaciones de todas estas ingenieras! Podrías ser tú, tus amigas, tus sobrinas o hijas las próximas ingenieras enviando experimentos al espacio, desarrollando videojuegos o aplicaciones móviles, restaurando nuestros ecosistemas, resolviendo los problemas de la medicina o trabajando para las grandes empresas de tecnología del mundo. Así que no olvides compartir esta publicación y desearle un feliz día de la ingeniera a tu ingeniera favorita.

> “Escuchar a mujeres en las carreras de STEM, compartirlo con más personas (…). Son acciones que tal vez no se ven como “mucho” pero dar visibilidad a las mujeres que estamos en carreras de STEM sí es hacer algo.” – Ing. Ivonne Aldana